Una plaza coriana de la Bda. de la Paz, llevará el nombre de Joaquín Navarro Fernández, sindicalista salvado de los atestados de Atocha y Medalla de Oro al Trabajo

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Una plaza coriana de la Bda. de la Paz, llevará el nombre de Joaquín Navarro Fernández, sindicalista salvado de los atestados de Atocha y Medalla de Oro al Trabajo

#Ciudadanía 08/11/2018

El Ayuntamiento en Pleno de Coria del Río ha aprobado una propuesta de Alcaldía para que la plaza pública de la Barriada la Paz lleve el nombre del coriano Joaquín Navarro Fernández, vecino de la localidad, uno de los sindicalistas salvados de los atentados de Atocha de 1977, y recientemente merecedor de la medalla de Oro al mérito del Trabajo concedida por el Gobierno de España.

El alcalde de Coria del Río, Modesto González, ha asegurado que “Joaquín Navarro es uno de los corianos más relevantes con los que cuenta hoy el municipio, ya que por su intensa trayectoria de lucha por los trabajadores lo convierten en uno de los mejores representantes del movimiento sindical en España, por lo que era de justicia que su pueblo natal, al que vuelve a menudo y lleva siempre en el corazón, le rinda este homenaje”.

El alcalde afirma que “Joaquín Navarro, a pesar de su importancia histórica, ha pasado bastante desapercibido y que el pueblo de Coria le debía este reconocimiento, que a su vez es una forma de fomentar los valores democráticos y la recuperación de nuestra historia”.

“Esta plaza pública elegida para homenajear la figura de Joaquín Navarro en la barriada de la Paz no podía ser más oportuna -ha dicho el alcalde- al tratarse de un barrio de familias humildes, cuyos orígenes datan de la Coria de 1965 y que al día de hoy conservan el sabor de sus raíces, con valores característicos de un barrio obrero, solidario y de clase trabajadora, las mismas virtudes que caracterizan a Joaquín Navarro, hecho a sí mismo y caracterizado por su lucha política, laboral y sindical, y una vida llena de dificultades que ha tenido que sortear, pero siempre al servicio de los intereses de la clase trabajadora”.

Sobre Joaquín Navarro Fernández

Joaquín era el más pequeño de una familia coriana de 12 hermanos de los que sólo 6 sobrevivieron; con siete años ya ayudaba a su padre pescando en el río Guadalquivir; Apenas fue a la escuela y conoció las calles sin asfalto, las casas sin agua corriente ni luz eléctrica, el pan negro y el de maíz, las patatas que su madre traía de estraperlo escondidas en la faja, las pelotas de trapo y los primeros zapatos varias tallas mayores para que le durasen.

La primera vez que salió de Coria en 1960, con 28 años, lo hizo para ir a Francia como emigrante, como otros tantos jóvenes de muchas familias humildes de Coria y con todas sus posesiones materiales dentro de una pequeña maleta de cartón, pero con un capital inmenso de inquietudes y proyectos de futuro.

Esas inquietudes, la ambición por mejorar sus condiciones de vida, nunca flaquearon cuanto tuvo que afrontar tantas adversidades que frenaban sus ilusiones; todas las fue superando con valentía y perseverancia.

Él afrontó esta etapa como un aprendiz del oficio de resistir. Y comenzó una nueva vida, donde pronto aprendió que, para su liberación personal necesitaba de un marco de derechos laborales y políticos que sólo eran posible mediante un compromiso solidario de toda la clase trabajadora y de ta mayoría de la sociedad.

Joaquín Navarro Jiménez, este coriano de nacimiento que salió de Coria sabiendo sólo leer, escribir y las cuatro reglas, pero dotado de una naturaleza especial para la observación critica de las normas sociales en la oscura España de la dictadura y una gran capacidad de saber escuchar. Con su humilde comportamiento social, con su esfuerzo personal por saber, aprendió según él “sobre todo de los trabajadores”. Lo cierto es que desde que salió de Coria nunca ha parado de escuchar hasta adquirir una formación intelectual y humana, sin titulación oficial pero con reconocimiento público nacional.

Marcos Peña, Presidente del Consejo Económico y Social de España y Consejero nato del Consejo de Estado, en el prólogo de su libro le califica como: “Un hombre tímido, humilde y sabio”, con “un compromiso total y desprendido, de una militancia generosa”

De este coriano emigrante, ignorante, humilde, nació, desde su Militancia política en el PCE y sindical de CCOO, un luchador nato por los derechos de los trabajadores, que lo llevó de conducir camiones de chatarra, autobuses de viajeros a liderar algunas de las luchas obreras que conquistaron derechos laborales y construyeron autopistas hacía la democracia.

Una de estas luchas que Joaquín dirigió fue la huelga del transporte de Madrid en enero del 1977, sin duda la más trascendente (no solo porque afectaba a 11. 000 trabajadores de 400 empresas que paralizaron su actividad, ni tan siquiera porque la huelga terminó con un éxito para los trabajadores) sino porque la reacción de los nostálgicos del franquismo protagonizó el acontecimiento más negro de toda la transición a la democracia: el asesinato de cinco abogados laboralistas el 24 de enero de 1977, cuando una banda de asesinos fascistas asaltó el despacho de los abogados de CCOO en la calle Atocha, 55, a la búsqueda de Joaquín Navarro, que afortunadamente al igual que Manuela Carmena, actual alcaldesa de Madrid, habían salido del edificio momentos antes.

Este lamentable acontecimiento, conocido en la historia de la Transición Española como “Los asesinatos de Atocha” provocó una reacción de repulsa y solidaridad ciudadana de tal magnitud que a juicio de los analistas políticos hizo irreversible el camino a la democracia plena.

Este luctuoso acontecimiento produjo en Joaquín un profundo sufrimiento y un severo revés a su salud por agotamiento psíquico y nervioso. En sus memorias llegó a escribir: “Han pasado los años y no he podido quitarme de la cabeza la idea de haber sido parte de la culpa de lo que pasó allí". Durante años necesitó tratamientos periódicos de reposo en una clínica especializada de Bucarest.

Joaquín Navarro Jiménez con sus recién cumplidos 86 años el pasado 5 de septiembre, es hoy un veterano dirigente de masas que maduró su formación política en Francia, Alemania ((RDA), Rumanía, Yugoslavia y Rusia (URSS) y que lo que más le satisface, cada vez que tiene ocasión para ello, es salir de su “Coria”, pues así se llama a su casa en Valencia, labrada con nuestros típicos ladrillos de taco y donde luce dos mástiles con sendas banderas la de Andalucía por sus sentimientos y la republicana por sus convicciones, y venirse a Coria del Rio, su pueblo, a ejercer de jubilado paseante por la orilla del Guadalquivir, por sus calles y charlar pacientemente con todo vecino que lo reconoce e interpela. El amor por su pueblo lo resume Joaquín en la siguiente frase: “El olor del rio me da vida”.